Dentro de la organización político-territorial implantada
por los españoles, el espacio que ocupa el municipio J.J. Mora perteneció
antiguamente a la jurisdicción de Nirgua, es decir, que desde el mismo momento
de la noción de Morón como pueblo, se convirtió en un solar nirgüense por mucho
más de un siglo.
Esta jurisdicción se extendía por el occidente de Carabobo
(Montalbán, Canoabo, Bejuma) y buscando por el noreste, hasta el río Sanchón,
raya limítrofe con la jurisdicción de Valencia (a la cual pertenecía Puerto
Cabello). En el acta del Poder Ejecutivo de 1811 Puerto Cabello obtiene el
título de ciudad, Morón y Alpargatón aparecen como suburbios de éste.
Igualmente en 1813 ambas poblaciones fueron adjudicadas a Puerto Cabello por el
gobierno patriota como partido capitular (poblaciones pequeñas que dependían
militarmente del jefe corregidor del puerto).
Por resolución de la Asamblea Legislativa del Estado
Carabobo de fecha 3 de agosto de 1981 se crea el Distrito Juan José mora,
desmembrándolo del Distrito Puerto Cabello, dejando atrás una relación filial
de más de siglo y medio (170 años) del primero con respecto al segundo.
Con la Ley de división Político Territorial del estado
Carabobo que conlleva a la elevación de morón a Distrito, también se cambia el
límite oriental de Morón que correspondía en el cauce del río Aguas Calientes,
en las cercanías de El Palito.
El nuevo límite se fijó en el curso de las aguas del río
Sanchón, pasando la franja mesopotámica (asiento de la refinería Corpoven) a
los lares de Puerto Cabello.
Se había logrado una aspiración de índole popular, una meta,
un objetivo sobre el cual se erigían todas las esperanzas de superación
colectivas de un pueblo que estuvo por largo tiempo abandonado, dejado
a su suerte por los que les correspondían, como entes
gubernamentales, ocuparse de sus problemas básicos. Morón fue por mucho tiempo
la cenicienta de Carabobo. En algunos dirigentes locales cundió el
escepticismo, dudaban de que Morón por sí mismo pudiera abrirse paso hacia el
progreso, quizás en sus mentes merodeaban tantos años de subordinación que hubo
de propiciar una cultura de la dependencia (¿vigente hoy en día?) que no
permite ver con claridad el sol tras el horizonte azul.
Unos alegaban que morón no poseía la suficiente base
económica para costear los gastos burocráticos y los gastos de inversión puesto
que las grandes empresas instaladas en el área eran de carácter nacional y por
lo tanto estaban exceptuadas del pago al municipio. En fin, toda una serie de
elucubraciones que se desplomaron como castillo de naipes ante el viento de la
realidad. Pero no todo fue obnubilación, la mayoría del pueblo en forma
entusiasta acompañó a sus dirigentes (el comité pro-distrito) y a las fuerzas
vivas de la comunidad hasta obtener el logro deseado.
Previamente a la decisión de la Asamblea Legislativa,
presidida en ese entonces por el diputado Antonio Toro, se tejió toda una
controversia en cuanto a los términos Distrito o Municipio, controversia que
involucró a la comunidad y al cuerpo legislativo. Sí a algún moronense se le
ocurría decir que Morón debería ser elevado a municipio (apegado a la
aceptación jurídica correcta) se le veía con recelo o era tildado de traidor,
se pensaba que tal término rebajaría la condición de la entidad, por tanto, en
el coro mayontario se inclinó por la denominación de distrito y los diputados
que no iban a echar para atrás la manifestación de un pueblo, y así fue
aprobado.
Cuestión más de forma que de fondo. Al poco tiempo se
sucedieron reformas legales en sintonía con lo que establecen la Constitución y
la Ley Orgánica del Régimen Municipal y se ratificaría al municipio como unidad
política primaria cuya autonomía permite elegir a sus propias autoridades y recaudar
e invertir ingresos.
Al año siguiente de la elevación de Morón a Distrito, 1982,
se nombró por parte de la Asamblea Legislativa una Junta Organizadora (que no
administradora) que se encargaría de dar los primeros pasos para la
organización y funcionamiento del futuro Concejo Municipal. Esta Junta se
conformó considerando la relación de fuerzas que integraban la legislatura de
ese período y proyectando la misma, en miniatura hacía el municipio. De tal
manera que la junta quedó integrada de la siguiente manera: Dra. Lida Gutiérrez
y José Antonio Ortega por AD, Gladys de Moreno y Pedro Romero Coello por COPEI
y quien esto escribe por el MAS. Entre las cosas más significativas de esta
junta estuvo la reunión con el presidente de la República Dr. Luis Herrera
Camping, la recopilación de diferentes proyectos de ordenanzas facilitadas por
los organismos especializados: Aveci, Fundacomún, Corpocentro, etc. Y la
conversión de una antigua casa, donde funcionaba una escuela, en la sede del
Concejo Municipal, gracias a la gentileza del párroco Félix Escobar.
Fuente: Libro Crónicas desde Morón, escrito por el Profesor Alexis Coello.