Mandié Capriles fue un personaje popular, poeta y bohemio
que a pesar de no contar con medios económicos, jamás se privó de su deporte
favorito, libar el dulce y noble néctar de la caña, sin ofender a sus
semejantes y menos golpear el bolsillo de sus amigos con prácticas
"pedigüeñas".
Gustaba disfrutar de vespertinos paseos en autobús desde los
Muelles a la Alcantarilla, haciendo este recorrido diariamente hasta cuatro y
cinco veces consecutivas, pagando religiosa¬mente su locha cuando el
"colector" del vehículo se lo exigía.
Mandié prestó servicios como Jefe de un Departamento de
Vigilancia de Almacenes en los muelles, donde se custodiaban mercancías
procedentes del Exterior. En cierta oportunidad los Fiscales de Hacienda
observaron la desaparición de algunos pequeños artículos, propalándose el rumor
de que se trataba de acciones rateriles, por suspuesto no atribuibles al
responsable de mantener la vigilancia.
En la Aduana Marítima trabajaba un sujeto deslenguado, amigo
de chismes y murmuraciones, que se dedicó a desprestigiar la actuación del jefe
de Almacén, señalando las misteriosas desapariciones de mercancías como obra de
las espirituosas manifestaciones etílicas del supuesto autor.
Para sacarse el clavo, considerándose víctima de falaces
rumores lanzados sin fundamento en su contra, Mandié al tener noticias de que a
su gratuito enemigo le habían violado una hermana, hizo circular en toda la
zona portuaria el siguiente panfleto:
Todo lo que aquí se pierde le echas la culpa a Mandié. . .
Anoche violaron a tu hermana y nadie sabe quien fue. Como eres pobre siguí para
encontrar al culpable, no digas que fue tu padre me lo endoses a mí.
Mandié se encontró en una noche bohemia con su amigo Pedro
Picher, Juan Baptista y Eduardo Peterson, comentando el nombramiento de Julio
Antonio Matos como Inspector de Bosques y Aguas, designación ruidosamente
protestada por campesinos de Valle Seco afectados con una resolución de Julio
Antonio prohibiéndoles la quema de madera para obtener carbón, única fuente de
trabajo que tenían desde la época colonial. El zurdo López se integró al grupo
para sugerirles la necesidad de materializar una idea salvadora para el
campesinado afectado por el Inspector de Bosques y Aguas. Afirmaba que
sembrando el maíz con un procedimiento especial podían industrializar la arepa,
alimento de primer orden en todas las clases sociales.
Mandié Capriles le respondió en el acto: —A Mata tiene que
menearle la mata para industrializar el "Hidrocarbón".

