lunes, 30 de noviembre de 2015

12- Mandié, el poeta bohemio



Mandié Capriles fue un personaje popular, poeta y bohemio que a pesar de no contar con medios económicos, jamás se privó de su deporte favorito, libar el dulce y noble néctar de la caña, sin ofender a sus semejantes y menos golpear el bolsillo de sus amigos con prácticas "pedigüeñas".

Gustaba disfrutar de vespertinos paseos en autobús desde los Muelles a la Alcantarilla, haciendo este recorrido diariamente hasta cuatro y cinco veces consecutivas, pagando religiosa¬mente su locha cuando el "colector" del vehículo se lo exigía.

Mandié prestó servicios como Jefe de un Departamento de Vigilancia de Almacenes en los muelles, donde se custodiaban mercancías procedentes del Exterior. En cierta oportunidad los Fiscales de Hacienda observaron la desaparición de algunos pequeños artículos, propalándose el rumor de que se trataba de acciones rateriles, por suspuesto no atribuibles al responsable de mantener la vigilancia.

En la Aduana Marítima trabajaba un sujeto deslenguado, amigo de chismes y murmuraciones, que se dedicó a desprestigiar la actuación del jefe de Almacén, señalando las misteriosas desapariciones de mercancías como obra de las espirituosas manifestaciones etílicas del supuesto autor.

Para sacarse el clavo, considerándose víctima de falaces rumores lanzados sin fundamento en su contra, Mandié al tener noticias de que a su gratuito enemigo le habían violado una hermana, hizo circular en toda la zona portuaria el siguiente panfleto:

Todo lo que aquí se pierde le echas la culpa a Mandié. . . Anoche violaron a tu hermana y nadie sabe quien fue. Como eres pobre siguí para encontrar al culpable, no digas que fue tu padre me lo endoses a mí.

Mandié se encontró en una noche bohemia con su amigo Pedro Picher, Juan Baptista y Eduardo Peterson, comentando el nombramiento de Julio Antonio Matos como Inspector de Bosques y Aguas, designación ruidosamente protestada por campesinos de Valle Seco afectados con una resolución de Julio Antonio prohibiéndoles la quema de madera para obtener carbón, única fuente de trabajo que tenían desde la época colonial. El zurdo López se integró al grupo para sugerirles la necesidad de materializar una idea salvadora para el campesinado afectado por el Inspector de Bosques y Aguas. Afirmaba que sembrando el maíz con un procedimiento especial podían industrializar la arepa, alimento de primer orden en todas las clases sociales.

Mandié Capriles le respondió en el acto: —A Mata tiene que menearle la mata para industrializar el "Hidrocarbón".