lunes, 30 de noviembre de 2015

29- La leyenda de Telésforo Herrera



Desde la Conquista hasta la Colonia y tal vez durante las dos primeras décadas del siglo diecinueve, la zona de Borburata tuvo fama de poseer ricos yacimientos de oro, sobre todo en las márgenes del río y en las montañas vecinas deSan Juan y Patanemo. Algunos documentos registrados o autenticados en los primeros meses del siglo veinte, testimonian la presencia en la región, de algunos sitios donde fueron extraídos pedazos del rico metal.
Telésforo Herrera fue unpersonaje de leyenda que en 1831 contando catorce años de edad, tomó parte activa en la triste aventura conocida como "Rebelión de los Moroneros", cuyos dirigentes, una vez sofocada la insurrección fueron ejecutados en Puerto Cabello, en el lugar donde años más tarde la familia Kolster construyó su lujosa residencia.
El Tribunal Militar que conoció del caso en un amañado juicio breve, perdonó a Telésforo tomando en consideración su minoría de edad. Se alistó a los diez y nueve años en las filas de las tropas comandadas por el General Zamora, destacándose por su extraordinario valor y audacia. Finalizada la Guerra Federalcuando aun estaban calientes las cenizas de la larga contienda civil, se residenció en compañía de su esposa en una humilde vivenda de Valle Seco.
A partir de esta fecha comenzó a tejerse la leyenda de Telésforo Herrera. Desde el viernes en la tarde se internaba en las montañas regresando el lunes en la madrugada con extraños paquetes envueltos en hojas secas, cuyo contenido extraía meticulosamente, alejado de curiosos y hasta de su propia mujer. Eran pedazos de oro que luego vendía a joyeros de Puerto Cabello y Valencia a precios irrisorios, pero que le permitían sobrevivir.
El hombre se había tornado desconfiado hasta de su sombra; pasaba los días sin tener contacto con seres humanos, cambiando algunas frases de rigor con su compañera de hogar cuando necesitaba de sus servicios. Numerosos curiosos deseando conocer los secretos de Telésfofo le seguían los pasos al internarse en la tupida vegetación de San Esteban, Patanemo o Borburata, pero éste siempre burló a sus seguidores borrando toda huella que delatara su presencia.

El personaje murió pobre a edad avanzada en la población de Patanemo donde cerca de la playa había construido una modesta casa. Lo enterraron en elCementerio del lugar ubicado a orillas del río y con él se quedó para siempre el secreto de las minas de oro.